Precaliente la parrilla (preferiblemente a fuego de leña) a temperatura media-alta (400 °F a 450 °F). Mientras tanto, seque las costillas con toallas de papel. Espolvoree todos los lados de las costillas de manera uniforme con sal, presionando la carne con sal y frotándola sobre los huesos.

Coloque las costillas en diagonal y separadas 1 pulgada entre sí sobre rejillas de parrilla ligeramente engrasadas. Áselas sin tapar y sin moverlas hasta que las bases de las costillas estén doradas y se desprendan de las rejillas, de 4 a 6 minutos. Dé vuelta las costillas; áselas sin tapar hasta que estén doradas y un termómetro insertado cerca del hueso, pero sin tocarlo, registre 130 °F, de 2 a 4 minutos. Retire de la parrilla y deje reposar de 5 a 10 minutos.

Sirva las costillas enteras o, si las va a servir con una variedad de carnes para un grupo más grande, corte cada costilla en tercios en diagonal. Sirva con chimichurri.